En 1896 fallecía a los 56 años de edad, en la localidad guipuzcoana de Tolosa, Felipe Gorriti y Osambela. Su temprana muerte interrumpió una exitosa carrera musical en la que gozó de una acreditada fama como organista y compositor que, a la postre, le ha hecho ganar con el paso del tiempo un puesto entre el elenco de personalidades navarras con relevancia en el ámbito musical. Por ello, al cumplirse 125 años de su fallecimiento, el Archivo Real y General de Navarra dedica su microexposición del mes de abril a este insigne músico navarro.
Felipe Gorriti había nacido en Huarte-Araquil en 1839 y desde fecha muy temprana comenzó a adquirir conocimientos musicales a través de su padre, quien ejercía como organista en su localidad natal. Estos primeros conocimientos fueron posteriormente completados con estudios en Pamplona y Madrid, ciudad esta última en cuyo Real Conservatorio de Música, Gorriti fue alumno del maestro Hilarión Eslava quien influirá decisivamente en su obra. Completado su periodo formativo y con apenas 20 años de edad, Felipe Gorriti obtuvo en 1859 la plaza de maestro de capilla en Tafalla, la cual ocuparía durante 8 años. En 1867 Felipe Gorriti tomaría parte también en el proceso selectivo organizado por el Ayuntamiento de Tolosa, para cubrir la plaza de organista y maestro de capilla de la parroquia de Santa María de dicha localidad guipuzcoana, proceso del que se alzaría como vencedor ocupando dicho puesto hasta el mismo día de su fallecimiento.
La actividad como compositor de Felipe Gorriti se centró desde muy temprano en la música religiosa, por la cual mostró siempre una especial predilección y ámbito en el que obtuvo reconocimiento nacional e internacional, siendo galardonado en distintas ocasiones por la Sociedad Internacional de Organistas y Maestros de Capilla de París. Ejemplo de ello es la obra Miserere que Gorriti compuso durante sus años de ejercicio en Tolosa. La partitura general de esta obra, que se expone al público en esta oportunidad, fue dedicada por el autor en 1882 a su amigo Carmelo Calvo, quien había sido precisamente uno de sus contrincantes en el proceso selectivo para la plaza de Tafalla, tal y como se aprecia en la dedicatoria manuscrita que contiene la partitura. A su vez, muchos años después, en 1916 el mismo Carmelo Calvo procedió a entregar la partitura a la Diputación Foral y Provincial de Navarra, tal y como acredita la anotación manuscrita fechada en Montevideo y firmada de puño y letra por el mencionado Carmelo Calvo.
En cualquier caso, y aunque la música sacra ocupó la mayor parte de la actividad musical de Felipe Gorriti, esto no excluyó que también dedicase su actividad compositora a la música profana. En este sentido, se exhibe la partitura general, así como las partituras de las partes instrumentales de un Paso Doble que aparece sin fecha.
Después de producida su muerte, Felipe Gorriti fue objeto de distintos homenajes, evidenciando así la fama que había alcanzado. Tanto Pamplona como Huarte-Araquil le dedicaron calles en su honor y, aunque inicialmente fue enterrado en Tolosa, varios años después su familia gestionó el traslado de sus restos al cementerio de su localidad natal, donde hoy en día reposan.
Acceso libre y gratuito.
Lugar: Galería Baja
Horario: Todos los días de 10:00h. a 14:00h. y de 17:00h. a 20:00h.