En el año de 1122 Alfonso I el Batallador, rey de Pamplona y Aragón, procedió a otorgar fuero a los pobladores de Sangüesa y Puente la Reina. La concesión foral a estas localidades es ejemplo de otras muchas que durante los siglos XI y XII contribuyeron a la consolidación y poblamiento de localidades situadas en las rutas jacobeas.
Por ello, al cumplirse el noveno centenario de dichas concesiones, el Archivo Real y General de Navarra (AGN) dedica su microexposición del mes de febrero a exhibir algunos de los documentos relacionados con esta efeméride.
El tránsito del siglo XI al XII, periodo en el que los reinos de Pamplona y Aragón estuvieron unidos, dio comienzo a una etapa de revitalización social y económica que tuvo como uno de sus factores principales la llegada de nueva población procedente del otro lado de los Pirineos.
Esta llegada fue estimulada por los propios monarcas mediante la concesión de privilegios y ordenamientos jurídicos ventajosos a quienes se asentasen en determinados puntos del territorio que, con frecuencia, se ubicaban en las rutas de peregrinaje a Santiago de Compostela.
Tradicionalmente se ha considerado que esta serie de otorgamientos locales fue inaugurada por la concesión de fuero a Jaca por el rey Sancho V Ramírez, ordenamiento que sería después tomado como modelo y concedido sucesivamente a otras poblaciones. Así, el mismo rey Sancho otorgaría este fuero también a los pobladores del núcleo viejo de Sangüesa y sería su hijo el rey Alfonso I el que en febrero de 1122 extendería el otorgamiento de su padre a los habitantes del llamado burgo nuevo de Sangüesa.
El documento de este último otorgamiento, que se expone al público en esta oportunidad, está fechado en la localidad zaragozana de Ainzón, área en la que el monarca proseguía la reconquista de los territorios del valle del Ebro, tras haber realizado la de Zaragoza (1118) y Tudela (1119).
La concesión de fuero a Sangüesa por Alfonso I sería completada décadas después por el rey Sancho VI extendiendo el otorgamiento al núcleo de Pueyo de Castellón.
Pocos meses después de otorgar fuero a Sangüesa, en junio del mismo año 1122 el rey Alfonso procedió a conceder a los pobladores de Puente la Reina el fuero de Estella, también emparentado con el fuero de Jaca. Además, en el documento de concesión el rey ofreció e indicó concretamente a los nuevos pobladores el territorio para su asentamiento. Tal y como se comprueba en el texto del otorgamiento, el rey se refiere a la localidad como Ponte de Arga, pero precisando que ya entonces la localidad se conocía también como Ponte de Illa Regina.
El otorgamiento de fueros tanto a Sangüesa como a Puente la Reina permitió a estas localidades adquirir una singular importancia en siglos venideros, llegando tanto una como otra a obtener el derecho de voto en las cortes del reino.
Precisamente la muestra se cierra con dos planos cartográficos de principios del siglo XIX de las dos localidades.
Acceso libre y gratuito.
Lugar: Galería Baja
Horario: Todos los días de 10:00h. a 14:00h. y de 17:00h. a 20:00h.
