El 25 de agosto de 1424, el rey Carlos III el Noble instituía el patrimonio y el título de Condesa de Lerín para su hija natural Juana de Navarra. Acababa de capitularse su matrimonio con el primogénito de su primo Carlos de Beaumont, alférez del reino, aunque por su edad la boda no se celebraría hasta una década después. Como ambos eran parientes –biznietos de los reyes Juana II y Felipe III de Evreux, por vía ilegítima– hubieron de solicitar el permiso papal.
Juana de Navarra había nacido hacia 1419 fruto de una relación extramatrimonial del rey, al parecer con una dama llamada María de Esparza. Así pues, en el momento de concertar su matrimonio la niña tenía unos 5 años. La documentación nos la presenta al cuidado de Martín de Torres y Menga, sus nodrizo y nodriza, y formando parte del séquito que a diario se encontraba en el salón del trono de su padre en los palacios de Olite y Tafalla. Su futuro esposo, Luis de Beaumont, hijo de quien era alférez y primo del rey por línea bastarda, tenía unos 12 años. Carlos III le acababa de obsequiar con el que sería su primer caballo. Al acreditar haberlo recibido podemos ver que, debido a su juventud, aún no sabía escribir.
Así pues, deseando dotar a su hija de honra y dignidad, Carlos III le otorgó el título de condesa y una serie de rentas para mantenerlo. El día de la concesión, en el salón del trono del palacio de Olite se hallaban presentes más de cien personas, entre ellas el mariscal Felipe de Navarra y el alférez Charles de Beaumont. El título del condado iba a tomar el nombre de la principal población con cuyas rentas lo dotaba, la villa de Lerín. A ésta se añadían las localidades de Sesma, Cirauqui, Eslava y Sada. Así pues, en adelante Juana recibirá las rentas que hasta entonces percibía el rey en esas localidades –pechas, censos, tributos y otros ingresos– así como facultades judiciales –justicia alta y mediana– y el poder de nombrar sus alcaldes, bailes y demás oficiales reales. Las cuentas del recibidor de Olite del año siguiente ya recogen la transferencia de esos ingresos al condado. Ahora bien, el título y patrimonio lo ostentará Juana, y lo heredarán sus descendientes legítimos, por orden de edad y con preferencia de los varones a las hembras.
La boda entre Juana de Navarra y Luis de Beaumont se celebraría el domingo 21 de febrero de 1435 en Tafalla. Para entonces ya habían fallecido los padres de los contrayentes, tanto Carlos III como su primo el alférez. La reina Blanca I se hizo cargo de la comida dispensada en el palacio de Olite en honor de quien llama “nuestra muy cara y muy amada hermana”. Se trata de la llamada “tornaboda”, que tuvo lugar al día siguiente. Tal y como recogen las cuentas de los maestrehostales, se dispensó carne de buey, carnero, cabrito, así como gallinas, perdices y conejos.
En 1437 se documenta por primera vez el uso por Luis de Beaumont, junto al de condestable, del título de conde de Lerín que había sido reservado para su esposa y sus descendientes. Estos heredarán el patrimonio de sus padres hasta constituir uno de los linajes más importantes y activos en la guerra civil, donde lideraron la defensa de los derechos de su sobrino, el Príncipe de Viana. También desempeñarán un papel decisivo en la conquista de Navarra. En 1583, igualmente por matrimonio, el título de Condes de Lerín quedaría unido al de Duques de Alba tras haber heredado el primero Brianda de Beaumont, que por entonces ya estaba casada con Diego Álvarez de Toledo.
Cuando se cumplen 600 años de la creación del condado de Lerín por parte de Carlos III el Noble, el Archivo Real y General de Navarra dedica su microexposición de septiembre a recordar dicha efeméride con la exhibición de varios documentos que custodia relacionados con el acontecimiento.
Acceso libre y gratuito.
Lugar: Galería Baja
Horario: Todos los días de 10:00h. a 14:00h. y de 17:00h. a 20:00h.