Exposición comisariada por las doctoras M. Raquel García Arancón, Ana Zabalza Seguín y Mari Mar Larraza Micheltorena, profesoras de Historia Medieval, Moderna y Contemporánea de la Universidad de Navarra en la que el Archivo Real y General de Navarra propone un recorrido por la historia de Navarra a través de la trayectoria de varias mujeres y de los documentos conservados que relatan detalles de su existencia. Algunas de estas trayectorias resultan excepcionales, aunque otras, igual de significativas, dan voz a mujeres que vivieron existencias comunes y corrientes. Todas ellas, en cualquier caso, dieron un paso al frente y defendieron sus ideas, sus propiedades, sus familias. Con el tiempo, fueron saliendo del ámbito doméstico para ir conquistando espacios, hasta entonces vedados, en un camino arduo hacia el reconocimiento de su igualdad ante los hombres.
La exposición, inaugurada el 2 de junio, permanecerá abierta hasta el 29 de octubre. Está prevista la realización de visitas guiadas gratuitas a la exposición todos los sábados por la mañana, a partir del 10 de junio, previa reserva en el teléfono 848 42 46 67. A finales de octubre tendrá lugar, además, un ciclo de conferencias relacionado con la temática de la exposición.
Un recorrido cronológico
El discurso expositivo sigue un orden cronológico que comienza en la Edad Media, continúa en la Edad Moderna y termina en la Contemporánea, culminando con la primera experiencia democrática que trajo la II República. Esta perspectiva es la que mejor permite apreciar la evolución de la condición femenina, con sus avances y también con sus retrocesos, pues su andadura no describe un proceso lineal.
El primero de los bloques está dedicado a “La mujer medieval, entre luces y sombras”, una época en la que las mujeres se hicieron presentes en el mundo religioso, económico y cultural y, de forma excepcional, en la cima del poder político, la realeza. El protagonismo corresponde a mujeres encumbradas a la cúspide social, como Berenguela de Navarra, mujer de Ricardo Corazón de León, o Blanca de Artois, reina de Navarra tras su matrimonio con Enrique I de Navarra y posteriormente con Edmundo de Lancaster. La otra cara de esta existencia la protagoniza la princesa Inés de Navarra, de vida desdichada por su matrimonio con Gastón de Foix, pero activa litigante y defensora de sus derechos ante los más altos tribunales. Por el contrario, mujeres nobles y burguesas como Flandina Cruzat hicieron gala de su capacidad para gestionar sus intereses y disponer de sus vidas y haciendas.
El segundo bloque se adentra en los siglos modernos con “La mujer, dueña de lo cotidiano” y centra su atención en el ámbito doméstico, el hogar, que permitió a las navarras desempeñar un papel crucial en la sociedad. Ejemplos notables de un “matriarcado” en el que las herederas de la casa eran mujeres, generación tras generación, o de hábiles gestoras y negociantes que sostenían la hacienda familiar en ausencia de sus maridos. Francisca y Joaquina de Gages fueron las primeras y únicas mujeres en solicitar ante las Cortes su naturalización como navarras, lo hicieron en 1757. Y entre 1669 y 1670 Isabel de Labayen firmó varios impresos con su nombre y apellido como propietaria de una imprenta en el único caso similar que se conoce. La cultura escrita solo estuvo al alcance de muy pocas, como las reinas Juana de Albret o Margarita de Angulema en la Navarra francesa, conocidas por su notable formación intelectual, sin olvidar los conventos, foco de espiritualidad y recintos de cultura, donde Leonor de Ayanz y Beaumont redactó a finales del siglo XVI una de las primeras biografías escritas en el reino, la de Catalina de Cristo.
“Camino de la emancipación” es el tercer y último bloque y ofrece una visión distinta y aperturista de la mujer hacia las nuevas oportunidades que dieron inicio en el siglo XIX con el triunfo de las ideas liberales. Un momento caracterizado por el regreso de las guerras al reino, situación que obligó a muchas navarras a salir de sus hogares en defensa de los ideales de cada bando, liberal o carlista. Para finales de siglo, Navarra se había convertido en una de las provincias a la cabeza de la alfabetización femenina y gracias a ello la provincia ofreció grandes educadoras, como María Ana Sanz Huarte, directora de la Escuela Normal de Maestras, cuya voz afianzó el papel de las navarras en la sociedad del momento y clamó por la emancipación y su igualdad jurídica. Un ámbito tradicionalmente femenino como el sanitario recibió el reconocimiento profesional en los títulos de enfermera, comadrona y médica, con grandes figuras como Juana García Orcoyen, primera navarra licenciada en Medicina. Con la II República surgieron perfiles que defendieron la igualdad de derechos civiles, sociales y políticos, como el derecho al voto representado en la figura de Julia Álvarez, la primera navarra en presentarse a unas elecciones, en 1936, y primera gobernadora civil de España en 1937, frente a otras destacadas figuras de la vida política de aquella Navarra como Dolores Baleztena, presidenta de “Las Margaritas” o Josefina Irujo, dirigente de “Emakume Abertzale Batza” de Estella.
Documentos de archivo
La exposición exhibe 61 documentos datados entre los siglos XIII y XX, muchos de ellos inéditos y hasta ahora nunca expuestos, entre los que se encuentran el sello de Blanca de Artois de 1275, el inventario de los bienes reclamados por Inés de Navarra en 1391 a la corte bearnesa, el testamento de la rica burguesa pamplonesa Flandina Cruzat de 1343, nombramientos de nobles navarras que actuaron como servidoras en la corte de Blanca de Navarra en el siglo XV, un ejemplar de la obra de Joannes Leizarraga “Iesus Christ Gure launaren Testamentu Berria” promovida por la reina Juana de Albret, otro del “Heptamerón” escrito por su madre Margarita de Angulema, la “Vida de Catalina de Cristo” escrita por Leonor de Ayanz y Beaumont, cartas enviadas por indianos a sus mujeres en el reino, alguna de las obras impresas por Isabel de Labayen, una carta escrita en 1834 por Pancracia Ollo, mujer del general Zumalacárregui, un listado de pasajeras que embarcaron a La Plata en 1890, un discurso escrito en 1922 por María Ana Sanz sobre “La mujer en la sociedad actual” o los reglamentos de varias asociaciones femeninas durante la República.
En el caso de documentos de figuras como Berenguela de Navarra ha habido que acudir a reproducciones conservadas en otras instituciones como la British Library o los Archives Départementales de La Seine y de La Sarthe, puesto que en Navarra no se conservan documentos de ella como reina de Inglaterra. Otras instituciones que han prestado sus documentos son los archivos municipales de Tudela y Olite, el Archivo Diocesano de Pamplona, la Biblioteca de Navarra, la Fundación Caja Navarra, la Biblioteca de la Universidad de Navarra, el convento de carmelitas descalzas de San José de Pamplona, el Museo del Carlismo, el Museo Etnológico de Navarra “Julio Caro Baroja”, así como varias familias navarras.
Lugar: Sala Protogótica del Archivo Real y General de Navarra
Horario: de 10:00h a 14:00h y de 17:00h a 20:00h todos los días, incluidos fines de semana y festivos.
Acceso libre y gratuito.