Bera, 1893 – San Sebastián, 1976
Cantante y escritor
A los quince años emigró a Buenos Aires, donde le escuchó el célebre barítono Titta Ruffo, quien le recomendó a los maestros de canto de Milán. Logró obtener una beca del Conservatorio de Parma para estudiar con el famoso profesor Campanini. La Primera Guerra Mundial le hizo regresar a España, donde comenzó su carrera en Madrid con la interpretación de Sansón y Dalila, siendo elegido por Jesús Guridi para estrenar en Bilbao su ópera Amaya (1920). En 1923 ofreció las primeras versiones de La Walkiria y Parsifal bajo la batuta de Enrique Fernández Arbós.
Debutó con gran éxito en las óperas de Nápoles, Bolonia, Roma y Buenos Aires, entre otros lugares. Enterado Arturo Toscanini de sus cualidades, lo reclamó para la escala de Milán, donde a partir de 1925 se convirtió en el tenor wagneriano oficial. Fagoaga llegó a interpretar Parsifal bajo la dirección de Toscanini siete veces. En 1937, ensayando El ocaso de los dioses en el Teatro de la Ópera de Roma, se enteró del bombardeo de Gernika, que él creyó había sido obra de pilotos italianos. Abandonó Italia y la ópera. A los cuarenta años y en plena carrera artística se retiró a San Juan de Luz, en Francia. Cuando Francia fue invadida por los alemanes, los vascos allí exiliados fueron llevados al campo de concentración de Gurs, de donde le sacó un amigo.
A partir de entonces, Fagoaga se dedicó a escribir. En 1953 emigró nuevamente a Buenos Aires y publicó numerosos artículos, ensayos y sus dos primeros libros de los hermanos Garat. Regresando definitivamente a España, continuó la misma labor en San Sebastián.
El fondo fue entregado al Archivo Real y General de Navarra para su custodia por la familia del tenor en 2018, para que se integrara entre los fondos del Archivo de la Música y las Artes Escénicas de Navarra.